Estamos finalmente terminando una semana llena de contrastes. La vida es así. No es que no me gusten los retos, pero a veces el exceso de ellos causan aversión a la tranquilidad y a la capacidad de reflexionar sobre lo que realmente somos. Hacia lo que queremos ser y muchas veces ni siquiera sabemos serlo.
Es increíble como nos esmeramos en conocer todo a nuestro alrededor, pero tan poco en nuestro interior. ¿Acaso podemos predecir cuando nos enfermamos? ¿Sabemos qué nos duele y el por qué? Creo que hace más falta eso que lo primero.
Pero en fin amor mio. Escribo estas líneas en aras de que sepas que mi vida conciente la tienes tú y eres lo más importante que me rodea.
Te amo.
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